Acosado terminó el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), Alfredo Barrera Baca, al grado de entregar su tercer informe de labores en privado, solo ante el Consejo universitario, sin ceremonia, sin fiesta y por adelantado.
La ceremonia tradicional del 3 de marzo se canceló derivado de “circunstancias excepcionales” que vive la UAEMex; el paro de labores en algunas facultades y la lluvia de denuncias por acoso sexual y hostigamiento de docentes.
Desde luego no deseaban que se empañara con protestas e irrupciones, mejor no, dijeron. La máxima casa de estudios vive el clímax del problema, el cual dejó crecer desde hace unos meses, pero que se generó desde administraciones pasadas.
El caso más reciente fue el feminicidio de la profesora Sonia Pérez en diciembre de 2019, siendo víctima de su ex pareja, también un profesor universitario. Este hecho desató un episodio de indignación por parte de la comunidad estudiantil, marchas y hasta las pintas en el edificio principal de Rectoría, en Toluca.
Seguridad y medidas para erradicar el acoso, la violencia de género y los feminicidios han sido la demanda, protocolos para la protección de las mujeres. Desde ese entonces se comenzó a ver a un rector valiente, ligeramente cercano a su comunidad estudiantil, pero no fue suficiente. Como bomba de tiempo le estalló el problema hace algunos días y se ha vuelto algo incontrolable.
Algunos grupos de estudiantes tienen la atención mediática, lo cual ha contribuido a que creciera el tema y a tener latente la amenaza de hacer un paro general universitario. La demanda estudiantil es válida y las autoridades han respondido a ello al separar a los docentes acusados, pero ahora el tema está yendo más allá y esa es la preocupación del rector, pues en los pliegos petitorios de los estudiantes ya incluyen bajar las cuotas escolares, ¿realmente es ese el sentido del movimiento?
Paro o no, la decisión es controversial. ¿Realmente la suspensión general de labores va a solucionar el problema? Está documentado que en la década de los 70s se vivió algo similar en la UAEMex. Considero que no es la salida. Lo que debe crecer es el diálogo, mesas de trabajo y por supuesto la comunicación universitaria, difundir siempre las medidas y soluciones que los directivos han emprendido, no solo cuando se tiene encima el problema. De lo contrario, podríamos tener un creciente movimiento estudiantil politizado.
