A más de un alcalde he notado preocupado por el panorama que se avecina en el año 2022 y no es para menos, por todos lados se han topado con el mismo discurso: no habrá recursos.
Ya lo dijo el gobernador Alfredo Del Mazo al reunirlos en un seminario, su mensaje fue claro; ni nos busquen porque no tenemos. En el Congreso mexiquense igual panorama, tanto que han aceptado lo que siempre se critican; el endeudamiento.
Sí, lo ha leído bien, los diputados locales aceptarían que los Ayuntamientos busquen créditos con Banobras o con la banca privada quizá para que tengan un respiro, porque es real que no tienen mucho margen debido al límite de deuda que pueden contraer.
Ahora bien, supongamos que aceptan la deuda, a veces dejan en ‘prenda’ sus participaciones federales u otro recurso el cual no tienen, de no cumplir se quedarían con menos dinero.
Porque otra realidad es la de esos recursos federales, que desde hace 20 meses, debido a la pandemia, han recibido incompletos.
Este panorama lo tienen más que claro los presidentes municipales reelectos, de hecho ha sido parte de su mensaje en sus terceros informes. Pero no así quienes por primera vez tendrán este encargo, futuras alcaldesas y alcaldes desbordados por la emoción sin saber, la gran mayoría, del panorama desalentador que se encontrarán. Y es que es tan gris el escenario que hasta en los Comités Nacionales y estatales de cada partido se los han reiterado, el discurso es el mismo en todos lados; vayan viendo cómo obtener recursos.
Sume a esto la crisis que ya tienen los municipios, números rojos los que dejarán y que se verán reflejados en falta de servicios, en pagos a proveedores y en nómina, ‘total ya nos vamos que resuelva el que viene’, muchos lo traen en mente.
