El pasado 19 de diciembre Darío Celis publicó en El Financiero que el presidente Andrés Manuel López Obrador, y el canciller Marcelo Ebrard, así como su círculo más cercano les habían aplicado la vacuna china CanSino Biologic, contra COVID-19.
Días después el propio presidente confirmó en sus redes sociales que es portador del virus y que tiene una sintomatología leve.
Sin embargo, su estado de salud es tema de seguridad nacional y su contagio abrió una caja de pandora en la población, que se dejó llevar en comentarios negativos y positivos, a favor y en contra de su salud, muchos de ellos carentes de compasión y llenos de rencor y muchos otros plagados de entusiasmo.
Pero … la pregunta es ¿Si el presidente se vacunó en diciembre como lo afirmó Dario Celis, cuál fue la efectividad de la vacuna? ¿Qué pasaría si llegara a faltar el mandatario federal? ¿Realmente está enfermo? ¿Cuáles son las consecuencias morales de su contagio?
Para esta mitad de semana el presidente estará cruzando los días más complicados de la enfermedad, seguro queda mucho por hablar.
