La historia que no termina

La guerra entre Rusia y Ucrania que ya cumple dos semanas es un claro ejemplo de que el fin de la historia no ha llegado.
COMPARTE:

Constantes y repetidos son los dichos de quien sigue cuestionando la pertinencia de la historia. Estos supuestos parten, por lo general, de que la historia se limita únicamente a la repetición de procesos del pasado que quedaron archivados, fotografiados, videograbados o recuperados en cualquier tipo de soporte físico. Parecería que hay un antes y un después entre lo que es digno de estudiar y analizar con perspectiva histórica y lo que merece ser revisado bajo el paradigma de los contextos actuales.

La guerra entre Rusia y Ucrania que ya cumple dos semanas es un claro ejemplo de que el fin de la historia no ha llegado, y posiblemente nunca llegará (o al menos no estaremos vivos para presenciarlo). Este acontecimiento es un ejemplo de que el curso que siguen las sociedades no es definitivo y, por el contrario, cada día va tomando diversos cauces. Hay quienes apostaban por una escalada bélica que incluiría a la OTAN en un conflicto directo con Rusia, y aunque ha habido sanciones económicas y uso de armamento estadounidense decomisado a las fuerzas ucranianas, el conflicto aún no es directo.

Este problema que yo veo, auspiciado por el morbo y la exageración del discurso en torno a la guerra ruso-ucraniana, creo que también tiene su raíz en no comprender los contextos internacionales actuales bajo la lupa de la revisión histórica. Es decir, es imposible hacer conjeturas y análisis certeros sobre el conflicto solo a partir de lo que vemos; por eso, como señalé la semana pasada, se requieren los testimonios de los dos extremos involucrados, pero también la perspectiva histórica de una enemistad que se ha gestado durante décadas.

Es, básicamente, lo que hemos visto los últimos días donde medios, personalidades y una infinidad de voces califican el conflicto como una invasión auspiciada por un “tirano dictador” llamado Vladímir Putin. La historia seguirá su curso tanto como la humanidad exista, por lo que los acontecimientos presentes no son producto de contextos recientes. Hace falta mirar el pasado sin prejuicios para entender que “apoyar” un bando u otro es síntoma de una clara ignorancia.

Videos recientes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *