La pandemia en los museos

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El pasado 18 de mayo se celebró el Día Internacional de los Museos; una fecha establecida por el Consejo Internacional de Museos (ICOM, por sus siglas en inglés), cuyo propósito ha sido conmemorar, reflexionar, discutir y valorar a los museos como espacios para el intercambio cultural y la preservación de la memoria. Sin embargo, por las razones ya conocidas la mayor parte de los museos en el mundo permaneció cerrada al público; salvo algunas excepciones de casos asiáticos y europeos que han comenzado su apertura restringida.

En el caso mexicano, definitivamente ningún museo estuvo abierto; ni grandes ni pequeños, ni públicos ni privados. Y por si fuera poco, las exposiciones Van Gogh Alive The Experience, que estaría abierta al público hasta el 31 de marzo, y El Universo de Leonardo, que sería inaugurada el 9 de mayo, tuvieron que suspender de manera extraordinaria sus recorridos ante un público ansioso que, inclusive, había ya asegurado sus entradas.

Vinculado a la suspensión de las actividades turísticas y comerciales en México y el mundo, el golpe económico que padecieron los museos es apenas estimable. Sin embargo, eso no ha sido un impedimento para que algunos de estos recintos hayan puesto a disposición del público —por medio de plataformas digitales—, parte de sus obras exhibidas con el propósito de que la población permaneciera en casa y, al mismo tiempo, tuviera oportunidad de conocer algunas piezas que aquellos espacios resguardan. Tampoco hay que olvidar las mesas de reflexión que han compartido, por ejemplo, la Secretaría de Cultura del Estado de México a través de sus redes sociales, donde se han discutido aspectos relativos al arte y su producción en los años recientes

Sin embargo, como otras tantas cosas que ha evidenciado la pandemia, es claro que a pesar de que estos recursos están presentes en los espacios digitales, continúan siendo insuficientes para una población que tiene poco interés en conocerlos, pero sobre todo, que carece del acceso a los mismos. Habría que agregar que buena parte de estos recintos que cuentan con los recursos para digitalizar sus bienes, se encuentran ubicados físicamente en espacios céntricos y mayormente citadinos.

Con lo anterior no intento demeritar el arduo trabajo que ello implica, desde el proceso de selección y digitalización de las obras, supervisado por altos estándares de calidad de imagen, hasta la programación del sitio web donde aquellas se expondrán. Sin embargo, somos conscientes que la labor de un museo debe rebasar el mero hecho de resguardar, conservar y exponer piezas.

Esa al menos ha sido una idea que ha quedado como insignia de un sinfín de museos locales en México, inaugurados con el propósito de constituir enclaves de rutas turísticas, y que hoy se han convertido en una especie de repositorios de material histórico y cultural, mismos que no pocas veces ofrecen la idea de ser baúles de objetos anticuarios que llaman la atención sólo en la primera impresión.

En fin, si ninguna actividad estaba preparada para el impacto que trajo consigo una pandemia como esta, una vez superada la situación será el momento para evaluar la respuesta que tuvieron los recintos culturales como los museos. Pues más allá de la actividad que responsablemente cumplen, es urgente trabajar también para fomentar el acceso equitativo y dinámico a estas fuentes de conocimiento y modificar con ello la visión rebasada de ser espacios de resguardo de objetos antiguos.

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@ViveroDominguez

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