“es quizá lo más cercano que ha llegado a Toluca de aquellas figuras que escribieron historia en el club rojo”
Apenas es un joven de 21 años, pero hoy se está robando los reflectores del fútbol mexicano, al uruguayo Leonardo Fernández le han bastado cuatro partidos con los Diablos Rojos del Toluca para hacerse notar, para demostrar las cualidades que tiene en sus piernas, pero sobre todo, para volver a ilusionar a una afición escarlata muy maltratada en los últimos años.
Suma tres goles y tres asistencias con los rojos en el torneo de Liga, un pase más de anotación en la Copa MX donde fue determinante para que la escuadra mexiquense consiguiera su pase a cuartos de final.
Está en Toluca en calidad de préstamo, su carta pertenece a Tigres que lo fichó desde hace dos años, cuando el juvenil militaba en el Fénix de su país, se fue un año al balompié chileno y ahora llega a la capital mexiquense dispuesto a convertirse en figura, pero sobre todo, a sumar argumentos que lo catapulten a su verdadero objetivo: el fútbol europeo.
Pero ¿realmente es Leo un jugador diferente? Lo que está claro es que, a diferencia de los últimos refuerzos del Toluca, éste demostró desde pretemporada esos deseos de trascender, quizá por la diferencia de que llega sin cartel y no como Emmanuel Gigliotti, Federico Mancuello o Jonatan Maidana, que hace un año arribaron al club como figuras del fútbol internacional, pero en los Diablos no han mostrado disposición por echarse el equipo a las espaldas.
Hoy ese joven de 21 años literalmente carga con los choriceros, sus actuaciones han salvado al Toluca de derrotas y una eliminación en Copa, es la clave del reencuentro entre la tribuna y el equipo.
Muchos aficionados rojos ya lo comparan con Vicente Sánchez, aun cuando no ocupan la misma posición, pero es quizá, lo más cercano que ha llegado a Toluca de aquellas figuras que escribieron historia en el club rojo, porque pareciera un conjunto de los más añorado en los choriceros, con un toque de balón como el de Víctor Ruiz, Sinha o Fabián Estay: una velocidad con la pelota y desborde como su compatriota Sánchez, y hasta con el liderazgo en el terreno de juego de Cardozo o Cristante, la combinación ideal.
Sin embargo, quizá es muy pronto para incluirlo entre aquella selecta lista de figuras escarlatas, viene lo más complicado para Leo que será quitarse las marcas que de ahora en adelante le impondrán los rivales, tener imaginación para crear nuevos circuitos y caminos entre tanto obstáculo que se encontrará en la media cancha, y es ahí donde sus compañeros deben ayudarlo, unos a marcar y otros a atacar, para que él juegue libre, sin presiones y disfrute del fútbol, como hasta ahora, pese a lo rígido que suele ser el sistema de juego de José Manuel de la Torre.
¿Es un jugador diferente? Sí, en cualidades técnicas y madurez mental, por eso Toluca, su afición y en general la Liga deben disfrutar de su fútbol el tiempo que esté por acá, porque quizá en seis meses o un año, se irá a Europa y nosotros podremos presumir que lo vimos jugar en las canchas mexicanas.
