Semanas de intensidad política, de jugar estratégicamente con los mensajes en medios de comunicación y de autodestapes rumbo a la gubernatura mexiquense 2023, al menos así lo reflejó el priismo estatal quienes parece que después de la semana santa reflexionaron y por fin se animaron a decir lo que no podían decir.
Primero fue la exdirigente de ese partido y ahora secretaria de desarrollo social, Alejandra Del Moral, quien a solo tres meses de asumir la titularidad confirmó el por qué llegó ahí; la candidatura. Y no es para menos que Del Mazo Maza le haya otorgado dicho encargo; la de los apoyos sociales y con el salario rosa como el emblema de esta administración, dirigido a las mujeres.
Resulta que a Del Moral “causalmente” le preguntaron y pues aprovechó en la entrevista para decir que sí le gustaría ser gobernadora, que a quién no le gustaría, frase que todos los políticos dicen como si ser gobernador fuera un gusto universal.
A este embate respondió Ana Lilia Herrera Anzaldo, quien también buscó los reflectores nacionales para decirle a la gente que está lista para ser la gobernadora, no la candidata. La diputada federal confirmó sus aspiraciones, las cuales trabaja desde hace meses en municipios que ni siquiera son de su distrito electoral, pero bajo el amparo de una asociación civil de mujeres.
Contrario a dichas estrategias, está también la de Laura Barrera Fortoul, política con mucha fuerza entre los grupos internos, con trayectoria y personalidad para pelear por el encargo. Dos veces diputada federal, diputada local, presidenta del DIF nacional, directora del estatal y amplio recorrido en el servicio público. Contrario a Del Moral y Herrera Anzaldo quienes se han impulsado en lo mediático, Barrera Fortoul avanza en lo interno, en el plan, en la estrategia para convencer primero a los suyos, incluso lleva más fuerza que sus contrincantes.
No descartemos tampoco la intensidad mediática que ahora le están dando al secretario general de gobierno, Ernesto Nemer, quien en reuniones de fortalecimiento lo que busca es fortalecer empatía con la militancia, digo, con la gente.
Tampoco perdamos de vista que, para hacer frente a Morena, sí o sí el PRI debería haber alianza con el PAN y el PRD, incluso con el MC, y para ello está la definición con otro aspirante fuerte: Enrique Vargas del Villar, quien lleva mano y prácticamente va en solitario en las preferencias de su partido.
En Morena, Delfina Gómez sigue haciendo lo propio, al igual que Higinio Martínez. Aunque en este frente los morenistas han estado más ocupados en las consultas y debates legislativos del presidente López Obrador.
Se vienen meses intensos, de definiciones para todos los partidos, pero lo más importante para todos es que con esas decisiones no terminen dividiéndose, como ya ha ocurrido.
