Todos fallamos

Hemos demostrado como sociedad que no seguimos reglas, que somos incrédulos ante los avances de la ciencia. Que puede más el fanatismo religioso y el valemadrismo.
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¡Lo logramos!

Regresamos al escenario catastrófico que había en junio por la pandemia de COVID-19

Se advirtió y se cumplió.

Actualmente se ha llegado a un nuevo pico más alto con 2 mil 399 personas internadas, cifra mayor a la registrada el pasado 3 de junio cuando se contabilizaron 2 mil 284.

Lo que ha derivado que los hospitales ya se encuentren saturados, al operar al 100 por ciento de su capacidad y muestren cifras de ocupación por arriba del 90 por ciento.

Regresar a semáforo rojo es inminente. De ser así habrá consecuencias.

  • Desempleo
  • Crisis económica
  • Cierre de negocios
  • Inseguridad
  • Maltrato familiar
  • Feminicidios
  • Suicidios

Y por supuesto más contagios y defunciones por COVID-19

Hemos demostrado como sociedad que no seguimos reglas, que somos incrédulos ante los avances de la ciencia. Que puede más el fanatismo religioso y el valemadrismo.

La autoridad demostró que tiene todo menos autoridad, se hacen fiestas, la gente no usa cubrebocas (pese a que es obligatorio en algunos municipios) y los fieles ignoran por completo a sus jerarcas al celebrar bodas, bautizos, y XV años.

Todos fallamos.

Y hoy la realidad de las fiestas será otra. Aunque seguramente habrá quien ya esté organizando la posada o la cena de navidad, los contagios seguirán y las consecuencias no pararán.

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