Y se consumó la confusión. Desde principios de marzo hemos vivido sin creer si esto es real, si de verdad existe un virus e incluso si los países estarán fingiendo el Covid-19 para fines comerciales.
Una semana encerrados, unidos familiarmente, pero separados por recomendación de la nueva heroína Susana Distancia, y desde luego con miedo a no estornudar siquiera y entrar en pánico.
Seguimos siendo rehenes del miedo y todo se debe a los constantes cambios de información, de emisores antagónicos en los mensajes.
Por una parte, la del Presidente Andrés Manuel López Obrador quien continuó sin hacer caso a Susana; más eventos públicos, saludos, besos y hasta rechazar el gel antibacterial. Fue hasta este viernes pasado cuando dijo en un mensaje “Ahora lo que queremos es que se retiren todos, que estén en sus casas con sus familias, ayudándonos también a guardar la distancia y que haya higiene”. Ya poco creíble por el contexto histórico que se creó.
Fue en esta precisa semana cuando comenzó a intensificarse el rumor de que muchas personas fallecidas en México habían sido declaradas por neumonía. En el Estado de México, la Unión de Funerarias del Valle de Toluca difundió su preocupación por la muerte de al menos 70 personas en la última semana bajo ese dictamen. Algo atípico desde luego para ellos quienes se comparten información y que los orilló a buscar a la prensa. El tema retumbó literal y ha abonado a esa incredulidad que estamos pasando.
Luego vino el mensaje tan difundido del Presidente de Grupo Salinas, Ricardo B. Salinas Pliego, con el que vino a ‘alborotar’ los ánimos de millones al decir que podríamos morir más de hambre que por el virus. Desde luego que hubo quienes aumentaron esa incredulidad y mantienen su vida normal, justificada hasta cierto punto porque es gente que vive al día, sin prestaciones ni garantía de comer o pagar sus deudas siquiera.
Millones de mexicanos seguimos confundidos, vemos ahora saqueos como de película y cientos de fakenews que están convirtiéndose en un virus mayor, pago de tendencias en redes sociales por parte de los gobiernos y muchos otros ingredientes que nos están haciendo entrar en ansiedad como mexicanos.
Llegan los comparativos; 712 casos positivos y 12 personas muertas por Covid-19 hasta ayer por la mañana en un país de 120 millones de habitantes, cifras mucho menores que en nuestros países vecinos del norte que superan los 100 mil casos positivos, como es el caso de Estados Unidos.
Desde luego que nadie quiere mayores cifras, pero sí salir de este limbo surrealista ahorra que la Fase 3 será inminente. ¿Cuál será la línea de comunicación que tomarán nuestros gobiernos ante esta etapa? ¿Estamos preparados para el toque de queda? Creo que no. ¡Cuidémonos!
